Freak irlandés

Primera impresión: Recibo al socio-experto técnico irlandés, me aparece un tío de edad indeterminada, pelo grasiento, piel arrugada y tostada por la luna (como los pastores), con un traje que debió estar de moda hace 40 años y para completar el equipo, una riñonera rosa  y raida de propaganda y una mochila verde deshilachada que le faltaba un asa. Me extiende una mano con uñas largas amarillas y negras para presentarse. "nice to meet you!" (esto lo dijo él, claro!!)

Segunda impresión: Al decir esto sonríe, esto deja ver unas encías rojinegras de piorrea o algo así y un diente enorme y amarillo (el único), que se quería escapar de la boca. Cuando empezó a balbucear inglés con acento irlandés y un defecto con las "S", entendí porqué aquel diente huía: por el mal aliento del gacho!!

Nos vamos al cliente en el mismo taxi, esto me permitió percibir (con gran excitación por mi parte) aquel  perfume a "eau de nomelavau en temps", una extraña mezcla entre olor a queso rancio, sobaquillo y olor a pies,  total que casi le pido la mochila para vomitar dentro (si no fuera porque temí que saliera algún orco de ella).

Llegamos al cliente (si lee esto seguro que lo recuerda), le presento y el irlandés vuelve a mostrar su inolvidable sonrisa ante la atónita mirada del cliente. Nos sentamos unas 7 personas en una mesa de reunión redonda. El irlandés se sienta a mi lado, lo cual me permite apreciar sus encantos de primera mano, daba una explicación técnica que la mitad del foro (españoles), no entendíamos debido al extraño acento que gastaba. Yo veía las caras y no sabía si eran de incomprensión o debidas al olor.

El irlandes se cosca de que el cliente no pilla ni papa y solicita sentarse a su lado (con gran alivio por mi parte), justo coincide que en el techo hay una rejilla de ventilación apuntando al irlandés y haciendo llegar sus fragancias al cliente. Entre la dificultad de comprensión al hombre este y los diversos olores que desprendía yo pasaba por diversas fases de mareo asintiendo en modo "AJA" mientras observaba como el cliente esquivaba en modo matrix los lapos que el irlandés expelía al hablar, a ambos lados del piño.

Termina la reunión (por fin!!) y me voy de allí (en el mismo taxi, afición a deportes extremos..)  con el irlandés (que era muy simpático!). Recibe una llamada y cuando termina me hace una broma sobre algo relativo a su mujer (me río) y le pregunto (sorprendida): ah, estas casado? y me contesta: sí, de hecho esta es la tercera mujer que tengo y además tengo cinco hijos. (aquí es cuando pienso que sus mujeres quizá prefirieran echarle un kiki antes que besarle). Termina la odisea y vuelvo a la oficina.

Mis compañeros, presentes en la reunión con el freakie, sacan el tema..."vaya tipo curioso, no?" y el resto jiji jaja y empezamos a realimentarnos con lo de la piorrea y los olores. Coincidimos en esperar que el cliente no lo haya notado (ello sería suponerle varias discapacitades: invidencia, problemas nasales...), pero la esperanza es lo último que se pierde.

Al día siguiente quedamos con el cliente, nos comenta de buen rollo: "Vaya tipo curioso, eh?", nosotros nos miramos y empezamos a partirnos de risa, con lo cual él se ve en un clima de confianza y añade: "joder! técnicamente sabía muchísimo, pero se podía asear un poco..."

La piorrea es una enfermedad que puede ocasionar mal aliento, pero no olor a sobaquillo, ni a pies!! Esto creo que tiene que ver con la falta de higiene..

Les contaba esta anécdota hoy a mis compañeros y me decían que era imposible expresarlo por escrito. (Esto mismo, contado de viva voz es hasta gracioso).

Moraleja: la imagen no lo es todo.