Fátima y Nazaret: La fé mueve montañas... (de dinero)

Llegamos a Fátima por uno de los muchos accesos donde una rotonda anuncia el sitio donde te encuentras:



Existe una plaza enorme, destino de las peregrinaciones y donde se hacen las celebraciones, que congrega cada día a miles de personas, llevadas por la fé, la búsqueda de un milagro o el propio cotilleo (como nosotros mismos)

En el momento que llegamos había una misa celebrada por diez o doce curas, y con una megafonía que dejaba escucharla desde cualquier lado de la plaza. Desde un tercio de distancia al sitio donde se celebraba, había un silencio sepulcral, con gente escuchando arrodillada y rezando rosarios.

Lo realmente impresionante era un camino marmolado que la gente recorría de rodillas (eso sí, con rodilleras de protección!!) y con una vela o figura representando su petición:

Ese camino acababa en una hoguera donde las velas eran quemadas, no consumidas si no lanzadas directamente al fuego:

La otra "versión" de peticiones a la virgen, incluía figuras de cera representando aquello por lo que pedías: hombre, niño, riñón, estómago, pierna... Estas figuritas eran metidas tras ser paseadas de rodillas por todo "el tour", en una especie de capilla o almacén y luego no sé qué pasaría con ellas.

Estas figuras de cera, eran compradas en los miles de sitios que hay en Fátima para gastarse las perricas, en cualquier pequeño local del tamaño de un WC había un garito que vendía todo tipo de cachivaches "MADE IN CHINA".

Lo alucinante es que puedes adquirir cualquier parte del cuerpo, de cualquier tamaño para poder realizar la petición a la virgen... menudo negocio!!


Por supuesto el santuario y la misa espectáculo no es la única diversión de Fátima. Se puede recorrer todo el pueblecito en un tren turístico o visitar el museo de cera con las escenas más representativas de la historia de las apariciones, o bien un museo donde unos automatismos representan las apariciones, con audio, luces y todo.

Tras alimentar nuestro espíritu, pasamos a cosas más terrenales, como llenar el estómago.

Lo habitual en los restaurantes portugueses es que nada más sentarte en la mesa te coloquen un plato de aceitunas o aperitivos y también un platito con mantequillas y patés de pescado. Inocentes de nosotros, pensamos que es "detalle de la casa", pero no, si no lo comes, no te lo cobran. Tampoco es demasiado caro, así que la pérdida no es muy gorda.


El menú consistió en un plato de frango grelhado (pollo a la brasa) y Bacalao a bras (Bacalao desmigado, típico portugués):



El precio es bastante razonable, para ser un sitio turístico (7 euros por barba). Lo habitual en los menúes portugueses es que tengan un plato único, completito o como mucho te ofrezcan una pequeña sopa antes.

Con la tripica llena, continuamos nuestro camino hacia Nazaret, un pueblecito costero turístico muy vistoso.


Al entrar a Nazaret, hay mujeres sentadas en la carretera con carteles donde ofrecen habitaciones para alquilar. Se lanzan encima de los coches (y las motos!) para ofrecerles alojamiento, es impresionante la cantidad de ellas que hay. Se me ocurrió preguntarle a una de ellas y antes de decirme precio, nos llevó hasta la casa y nos la enseñó. Estaba bastante bien, pero por los 50 Euros que me pedía, duermo en un hotel de 4 estrellas!!. Sin disposición a regatear, ella sola bajó a los 40 euros, pero no estábamos por la labor de dormir en una cama, con lo bien que se duerme en el suelo del camping (jajjajaja!!).


No íbamos demasiado preparaos para ir a la playa, con los pantalones moteros, pero allí que nos quedamos en ropa interior (No hay documentos gráficos de ese momento).

En esa playa había alquiler de jaimas, ya que corría un poquillo de viento, como en la mayor parte de la costa, donde el agua está bastante fresquita.

De la colección Fotos frikis del verano 2006, tenemos esta escultura (?) que había en el jardín de una casa:

Esta noche volvimos a pasar la última en el camping de Ortiga, que nos salió baratísimo, a 7 euros la noche (tienda, dos personas y moto). Al día siguiente continuamos el viaje aventura.