Me despierto a las 12 del mediodía, es veranito y estoy en pelota picada encima de mi cama. A mi espalda, abrazado a mi, hay un maromo, tambien en pelotas por lo que le noto, me giro y me es familiar: efectivamente se trata de mi marido!
Tengo cierto dolor de cabeza, la boca me sabe a rayos, mezcla de alcohol y algo raro que no acabo de distinguir. Me levanto de la cama y no veo mi ropa por ninguna parte, bajo las escaleras y ya distingo lo que debe ser el tanga en el pomo de la barandilla. Llego al salón y veo en la barandilla exterior de la escalera que va a la piscina la parte de arriba del bikini.
Calculo que es prácticamente imposible lanzarlo allí desde el interior de la casa, con lo cual deduzco que lo debí poner yo directamente desde el patio...vaya panorama...
Empiezo a recordar el día anterior, veo en la isla hinchable en la piscina la jarra vacía de mojito. (El mojito vino después del idem blanco). Ayer habiamos decidido darnos un homenaje: vinito, algo de marisquito, algo de chuletón a la parrilla y algunas copitas de buen rollo...todo para celebrar que hoy es hoy..Recuerdo estar en la piscinita ("ita" no por cariño, por tamaño)con el agua por la tripita ("ita" por cariño, no por tamaño) y brindando con mi churri al sol que más calienta (sí, al mediodía, entre las 12 y las 15, cuando no se debe tomar el sol)
Y claro, al día siguiente resaca que te cagas. Menos mal que era domingo, y que podía quedarme en la cama el resto del día.
El lunes, después del día de descanso, ya estaba estupenda. En el trabajo me dice un compañero: Creo que vives cerca de mi casa. Yo alucinando, imaginandome el espectáculo bochornoso, y el tío lo explica: sí, te vi paseando el perro por delante de mi casa. (UF!)
MORALEJA:
EL alcohol te hace perder la memoria. Si bebes no te despelotes.
Ahora ya sé porque los vecinos me hacen la ola cuando me asomo.
Las fiestas en casa de Isabel, con los ferrero...deben ser un coñazo...
2 comentarios:
A la próxima me invitas!!
No fue el alcohol. Fue esa extraña mezcla de marisco y chuletón a la parrilla. A quién se le ocurre. Luego acabáis como acabáis, jugando a las prendas y echando eructos.
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