17 agosto 2006

Para quitar el sueño...

Los caballos y el fuego



Asustados bajaban la ladera de las montañas trotando entre dos murallas de fuego, torpes y ciegos, arañándose las patas con las zarzas y los arbustos incandescentes, que marcaban surcos en su piel al tiempo que les arrancaban la carne.

Al final de aquel infierno estaba el estanque donde solían beber. Hundieron sus morros en el agua y notaron el alivio de apagar sus llamas cayendo derrotados allí mismo.

Exhaustos, el morro quemado y descarnado hasta las orejas, los ojos derretidos, ciegos e inservibles en sus cuencas, las patas y el pecho en carne viva.

El dueño llamó entre sollozos de impotencia para pedir ayuda, quería acabar con el sufrimiento de aquellos pobres animales. El funcionario le indicó sin inmutarse Tiene usted que pagar treinta euros por animal y el servicio de retirada.Gracias.

El cerezo



Los pájaros esperaban ansiosos la llegada de la temporada de las cerezas. Sin aguardar a que se pusieran rojas, las devoraban sin piedad ante la impotente mirada del dueño del árbol.

Decidió ponerle una red por encima, que dejaba respirar al árbol e impedía que los pájaros acabaran con sus frutos. Llegaron los de las motos y le pusieron una multa de 30 euros por tapar el árbol. Dejado llevar por la ira, agarró una sierra y se puso a talar el árbol. Esta vez fueron 300 euros.

Jabalí



En las batidas de caza, los jabalíes dejan atrás a los perros. En ocasiones llegan a lugares donde los perros de caza no encuentran la vuelta atrás y tienen que ser rescatados por sus dueños desde barcazas.

Destrozan todo lo que encuentran a su paso, no entienden de propiedades. Si matas un jabalí te multan, pero si denuncias que el destrozo lo ha hecho uno de ellos, tienes que demostrarlo, cosa prácticamente imposible.

En ocasiones se organizan batidas legales de caza, según la zona geográfica. Al jabalí hay que esperarlo, se mata con bala, por error mueren muchos cazadores confundidos por cerdos salvajes.

Los propios cazadores, en ocasiones y por celos, originan incendios en los cotos de caza donde no les permiten hacerlo.

PS: Ojalá fueran cuentos cortos.

8 comentarios:

criztina dijo...

:-(
así es la justicia del hombre....ya ves....

Lucre dijo...

pero esto son cuentos o es realidad¿?¿

joder...

Ángel Caído dijo...

Al final todo se reduce a pagar y pagar. El hecho no importa, sólo la multa.
Lamentable.

laceci dijo...

No son cuentos, me lo dijeron cuando estuve en Galicia el fin de semana :(

malaputa dijo...

Se sigue viendo a los animales como "cosas" que están a nuestra disposición, si no nos son útiles, molestan. Donde yo vivo, en Cataluña, es una zona urbanizada que era la ruta de paso de los jabalíes, muchas veces te cruzas con ellos y algunos vecinos se quejan, pero no se dan cuenta de que somos nosotros los que estamos jodiéndoles la vida a ellos, que somos nosotros los que hemos destruído y ocupado su hábitat. Y como este ejemplo, cientos.
Y aún tenemos más que decir.

Mari Carmen dijo...

Y todo eso donde pasa? En Galicia?

laceci dijo...

Sí, eso me contaron.

pcbcarp dijo...

Doy fe de que no son cuentos. Y no sólo pasa en Galicia.