11 marzo 2006

Once Eme

El día del atentado lo recuerdo muy bien, porque la noticia que parecía lejana e irreal, se fué haciendo más real y cercana a medida que avanzaba la mañana. Sobre todo cuando me dijo un compañero que el marido de Pilar llevaba toda la mañana llamando a la oficina y preguntando por ella. Pilar trabajaba en el departamento contiguo al mío, se sentaba justo detrás de mí. Coincidíamos siempre en el rellano. Ella estaba intentando dejar de fumar y a veces venía a pedirle fuego a Flanders. Tomábamos café y hablábamos de trivialidades y cotilleos de la empresa. La última vez que la ví, entraba yo despistada a la cafetería, buscando a mis compañeros, ella se dió cuenta y me fué a buscar para decirme por donde andaban. Ese 11M me acordé de esa conversación... nunca sabes cuándo es la última vez que vas a tener ocasión de hablar con alguien. También pensé en sus esfuerzos por dejar de fumar y recordé la foto de familia que tenía encima de la mesa :(

Cuando le pones cara y voz a los muertos duele mucho más.

Tuve la mala suerte de conocer otra parte de la desgracia: algunas personas de los servicios de emergencias que atendieron a los heridos. Me lo contaban una semana más tarde en una reunión del proyecto en el que estábamos trabajando. "Tuvimos suerte" decían, porque el tren que "les había tocado" no era de dos plantas. Son gente está acostumbrada a atender todo tipo de desgracias y accidentes pero no estaban preparados para atender una tragedia tan grande, "era como estar en una guerra" me decían.

Me impresionó lo que me contaron sobre los "ángeles de la guarda", la gente desinteresada y desconocida que se había quedado al lado de cada herido al que abrazaba, mantenía despierto y cogía la mano. Seguramente no eran conscientes del gran papel que tenían cuando entre tanta muerte podían hacer notar el calor de la vida a los que casi no la sentían...

Días como ese no se olvidan :(

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué cínica y qué falsa eres, Cecilia Pérez. Y cuánta mentira cuentas para agradar a tu audiencia. Das pena.

Thalasos dijo...

Parece que vuelves a recibir a algún trol, ¿será de playa o de montaña?
Ojalá fueran innecesarios acontecimientos como este para reconcoer que la gente es buena de cojones, Bueno, menos unos cuantos, terroristas, políticos, trols, las otras especies humanas.

JULIET dijo...

Uala laceci, pero borra esa mierda de comentario. Con el pedazo de post que has escrito que me ha puesto la piel de gallina hay que ser hijo de puta pa escribir detrás este tipo de sandeces y de faltas de respeto.
Agradar a tu audiencia dice... madre mía, en este mundo hace falta más gente con calidad humana.
Quizás así no habrían ni 11M ni comentarios de trolls.

Lucre dijo...

nunca se olvidara ceci nunca

chin dijo...

Por aquella fecha yo "no estaba" mucho, aún así pude ponerme en contacto con una amiga de Madrid y me informó... ...en nuestro caso la tragedia no tuvo cara pero se la puso Pilar Manjón más tarde. La he oído aquí en Barna y estremece.

Okok dijo...

Yo pasé el día en turno especial... trabajaba en una empresa de electromedicina, que suministra respiradores, cardiógrafos, desfibriladores y demás aparatos que hacen Ping! -y los sensores y complementos. Tuvimos que enviar repuestos a Madrid y, cosa que no he leído en ninguna parte, a cierto hospital de Andalucía, creo que en Córdoba, que decía estar recibiendo heridos de Madrid. Me tuve que quedar hasta las tantas porque estuvimos coordinando el envío urgente de sensores desde Estados Unidos para todos los aparatos, pues el ritmo de uso era bestial y no teníamos repuestos en España para cierta marca, a ese ritmo.

Y yo, que soy de lágrima bastante fácil, no podía contenerme a ratos hablando con los hospitales que nos llamaban para pedir más y más sensores...