21 diciembre 2005

Porros mentolaos

Esta es la típica anécdota que Sofía de las chicas de oro comenzaría con Sicilia, 1943...

Recuerdo cuando era rebelde sin causa con 16 años quería huir de todo, incluso de mí misma y como estaba prohibido fumar, yo también quería hacerlo. Pero claro, no tenía dinero para tabaco. Sin embargo descubrí en el mueble de la entrada un paquete de pitillos habanos, un tabaco negro que no sé si aún se fabrica. Ese paquete debía llevar allí ni se sabe el tiempo, ni el origen, porque mis padres no fumaban, pero no importaba.

Probé uno de aquellos pitillos y sabían a rayos (como todo el tabaco en general), pensé que debía ser porque estaba caducado o algo así, así que lo apagué y pensé que debía aderezarlo con algo. Busqué por la casa y recordé ver hierbas en el armario de la cocina, venían en botes pequeños con etiquetas: romero, eneldo, perejil... No me llamaron demasiado la atención, pero aún había más hierbas en aquel armario y encontré los frascos de las infusiones: manzanilla, tila...Así que agarré un pellizco de menta poleo, un habanito y me fuí a la terraza de la buhardilla.

Vacié con cuidado el clindro de papel del cigarro para sacar el  tabaco, lo condimenté con menta poleo y me dispuse a rellenarlo. Era complicadísimo, porque el papel de cigarro es muy fino y se ponía fofo al intentar rellenarlo. (pensé que cómo cojones se podía hacer la gente los porros!!!) Conseguí llenarlo picando más la mezcla. Me lo encendí y me tumbé mirando al cielo, para ir creando una columnita de ceniza sobre el filtro y no dejar huella de mi delito. Aquel falso porro sabía a rayos, pero mucho mejor el puñetero habano.

Repetí mi hazaña un par de veces más y las siguientes veces acompañé mis fumadas con unos papeles donde empecé a escribir poesías sobre mi triste vida. Guardé esas poesías en mi carpeta de los buenos y malos recuerdos y dos años más tarde las presenté a un concurso. Gané el premio, pero siempre me reprocharé haber vendido mi alma por un cheque de diez mil pesetas. (Nunca había visto tanto dinero junto)

Quizá es que pensaba que con el cigarro, también quemaba mis penas, aunque no era así, lo triste es que me sentía mejor.

Por esta anécdota y por otras cosas, muchas veces pienso que a algunas personas, la inspiración le llega en un estado de "colocación"...

PS: No lo intenten repetir en sus casas.
PS2: El tabaco me sigue sabiendo a rayos, pero en momentos de buen rollo me apetece una caladita. (lo llamo el gen del vicio )

10 comentarios:

Anónimo dijo...

primer!!! ¿hay algo q no sabes hacer?

Anónimo dijo...

El bricolage porrero exige maña, habilidad manual y una infinita paciencia; pónlo en el currículum, por si procede cambiar de curro.

Anónimo dijo...

Ayer hice 3 años como no fumador y despues de leer esto...... me han dado unas ganas de fumarme un pitillo........

Supongo que aguantaré, he soportado tentaciones más fuertes.

Anónimo dijo...

Uy... yo fumo poco (y casi nunca tabaco). Un porrito me pone muy cachondo (aunque la gente dice que lo que hace es relajarte, pues a mí al revés, me dispara la libido). Y fumo muy de vez en cuando para que el cuerpo no se acostumbre, así siempre flipo y veo estrellitas.

:D

Ponte on line, anda, que tengo que messengearte el zoner gif animator.

;)

Funny Blondie dijo...

Mi primera experiencia en ese campo fue ni más ni menos que con un puro... obviamente se me quitaron las ganas de repetir la experiencia ;-) Nunca más he fumado nada.

¿Qué tal llevas el día? :-D

Click dijo...

Yo soy de los que solo fua a partir de la 5ª copa, y esporadicamente algun porro o cachimba. Aunque me gusta mucho las pipas de whiskey. Pero el peor cigarro fue el que me fue con 20 años, fue de tabaco normal y corriente, pero liado en un papel de multa de las que ponian en Renfe que es muy finito ¡¡¡¡que mal sabia!!!!

Click - ese vicio no le tengo.

gemuchi dijo...

jajaja joer, eso tenía que saber a hostias!!!!!!

Lalola dijo...

Que curioso!!! Yo también fumaba cigarros rellenados de poleo menta a mis 16 años, recuerdo que gorreabamos un par de cigarros Fortuna, los vaciabamos y luego le pediamos al camarero del pub en el que estabamos una bolsita de poleo menta con el que rellenabamos el cigarro nuevamente y a mi me sabia a gloria. Siempre me he preguntado porque no hacen los cigarros de infusiones???

Luis Amézaga dijo...

Qué experiencias más transgresoras, estoy escandalizado.

celemin dijo...

Yo quiero ver una de esas poesías...