28 abril 2005

El juego del teléfono

El juego del teléfono es ese en el que en un grupo de gente se susurran al oido una frase, y el que la recibe susurra al oido al siguiente lo que le ha parecido entender, y así sucesivamente hasta el final. Lo divertido es comparar la frase original con la frase final.

Es un juego infantil, pero la vida nos demuestra que es exactamente así, es increible cómo se modifican las informaciones desde el origen hasta el destino.

Creo que ma va a tocar jugar al teléfono en el mundo empresarial, a la versión háganos llegar sus quejas: elegimos aleatoriamente (ja!) un grupo de sujetos para que nos hagan llegar sus malestares. Creamos varios grupos, y de cada grupo nombramos al azar (ja!)un jefe/portavoz para que haga llegar sus conclusiones a los jefes-jefazos y así poder tomar medidas correctoras (ja!). No es que desconfíe del sistema (ja!) si no que me da la impresión de que el famoso portavoz va a ser a la vez una especie de filtro de información que va a hacer llegar lo que interese a la alturas, no lo que interese saber de verdad.

Llueve sobre mojado. No me gusta perder el tiempo. Como dice mi padre: No sé si tirarme al tren o al maquinista...

5 comentarios:

laceci dijo...

Personalmente me gusta más el juego de : He escondido una monedita de céntimo entre mi ropa, búscamela ;)

Poco aplicable a empresas, donde lo que les mola es el sexo anal...

Anónimo dijo...

Nunca se debe confiar demasiado (quizá ni siquiera confiar) en el ánimo desinteresado de una empresa. Nuestra cultura siempre busca volvernos esquizoides, pero por nuestro propio bien(ja!): pensemos sino en el locutor de la publicidad que nos dice lo que debemos sentir con tal o cual producto y cómo por suerte nos advierte que siempre deseamos eso (ja!)....

Anónimo dijo...

...Hemos matado a Dios para quedarnos con los padres y cuando nos volvemos parricidas nos quedamos con la voz del sacrosanto Mercado. Los tecnócratas nos hacen pasar sus intereses personales como pura racionalidad, abusando de la necesidad de saber, de seguridad, de confiabilidad y cosas como esas. En fin, después de todo, todos vivimos de alguna necesidad ajena. (Pero tampoco hay que abusar así).

Gonzalo

Anónimo dijo...

Si es que estos juegos valen para todo, y al final mira :(

Bueno, no te preocupes, ahh!! y yo que tú me tiraba al maquinista :P

Anónimo dijo...

eso se parece mucho al sindicato vertical del generalísimo.
Nunca jugué a lo de la monedita...a lo meor todavía no es tarde.
lu