16 diciembre 2004

Aprender a cerrar círculos...

Me he dedicado unos momentos a leer la comparecencia de Pilar Manjón -madre de una víctima del 11M-, y lo cierto es que no he podido seguir leyendo, parece estar escrito con lágrimas ya que me ha recordado aquella puñetera mañana de Marzo, en la que ya me desperté con la noticia del atentado, que se fué haciendo más grande con las horas, hasta llegar a límites inimaginables.

Lo peor de estas tragedias es tener que ponerles cara, ya que ocurre muchas tragedias de este tipo todos los días en el mundo, pero rara vez tenemos la desgracia de que nos toquen tan cerca como para poderle ver la cara a la muerte de cerca.

Aquella mañana, recuerdo haber ido a trabajar con el miedo en el cuerpo, aunque sabía que las personas que más quería estaban lejos de esos golpes, esa mañana descubrí que la muerte había llegado muy cerca de donde estaba y me había dolido en el alma.

Aquella mañana no pude evitar llorar. Y lo cierto es que no lloraba por los muertos, lloraba por los vivos que buscaban desesperadamente a sus muertos, y que no encontraban respuestas a sus preguntas. Se refrescó mi dolor por recordarme la muerte, hace años, de mi propia hermana, y como el dolor de su pérdida seguía presente y refrescado por ese llanto anónimo que imaginaba en esos familiares...

Lo que no te mata te hace más fuerte, y cuando la muerte pasa cerca, te enseña a apreciar más la vida, te cambia la escala de valores y aprendes a disfrutar de lo único que tiene valor en nuestra propia vida, que son los demás. Nadie sustituye a nadie, y los que se van no van a volver nunca, pero siempre permanecerán con nosotros, hay que guardar su recuerdo, que es el mejor legado que nos dejan.

A todos vosotros que lo habéis sufrido, os recomiendo este texto de coelho, que me mando mi amiga Laura, y que os dirá porqué es importante seguir hacia adelante....

CERRANDO CÍRCULOS Por Paulo Coelho

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Sí insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó?. Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y
todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con
etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado.


Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió,sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos,
regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.


Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar,
desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú.


Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte. La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?,

¿Posibilidades de regresar? (¿A qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se
dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.


Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no haynada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate. Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

1 comentario:

Michi dijo...

I agree...lo bueno en estos casos es tener memoria-Dory, asi es dificil recordar demasiado, todo el pasado es una nebulosa... :-)